domingo, 16 de septiembre de 2007

FRIDER y el Cholo Montironi




Rodolfo "Cholo" Montironi es uno de los grandes bandoneonistas de la escuela rosarina, se destacó en las orquestas de Enrique Mario Francini, Armando Pontier y Domingo Federico. Más tarde, luego le tocó la formación de conjuntos pequeños, trabajos ocasionales y, por último, como a casi todos los grandes músicos la emigración.

En Europa fue solista con importantes orquestas sinfónicas, y durante diez años fue director musical del Troittoirs de Buenos Aires, el ya desaparecido café parisino consagrado al tango. Ahora se lo puede apreciar en una serie de solos de extraordinario virtuosismo, en los que ejecuta arreglos propios sobre tangos tan notables como Berretín, de Pedro Laurenz, y Griseta y Recuerdos de bohemia, de Enrique Delfino.

Algo mas: Montironi transcribe para bandoneón dos obras de Robert Schumann, Träumerei y Der Dichter spricht, reafirmando de esta manera el derecho de este instrumento a tener un lugar en las salas de concierto, ganado para él por virtuosos como Alejandro Barletta y Astor Piazzolla.

El sabado a la noche estuvo en Rosario, en el Bar La Isla del Centro, como no podía ser de otra manera, invitado por el directivo de ADERR Roberto Yacuzzi y el manager del establecimiento Adrian , concurri ilusionado con una noche de tango.

Pero lo que pasó fue inconmensurable, se situó en el límite de lo que se puede narrar. El virtuosismo de Montironi recreó tangos tradicionales y temas de Astor como Adios Nonino y Libertango creando un clima alucinante, mágico. Fué con dos musicos de primera especial, una voz muy razonble y un morocho recitador que mezcló con algunas poesías en lunfardo dos perlitas de Borges esplendidamente dichas: las que aluden a JacintoChiclana y a Nicanor Paredes.

Pero después, cuando terminó el espectaculo, junto con el Don Valentín lacrado se sentó en la mesa un cantor porteño que venia de actuar en un club de barrio de Rosario. con un fraseo sensacional relató su odisea de actuar en un marco de tenedor libre, con señoras que festejaban un cumple y muchachones que pedían cumbia. Tercera o cuarta emoción fuerte de la noche... la quinta fue cuando dijo cuanto cobró y que habia cantado en las grandes orquestas porteñas. Creo que dijo Berlingieri y alli casi me muero, apure otro trago de vino y busque un pañuelo...que mala costumbre la de no llevar pañuelo cuando se va a escuchar tango.

Con Roberto sacamos varias fotos al Cholo, que con una sencilléz constitutiva seguía sentado en NUESTRA mesa. Entonces me acordé que uno de los primeros créditos FRIDER que otorgamos desde la Agencia de Desarrollo fué para el Bar La Isla del Centro. Sergio Buchara siempre insiste en que los emprendimientos adjudicatarios de los creditos deben integrar cadenitas de valor. El valor agregado cultural de este crédito está comprobado, sino lo creen pidanme el lunes que les cuente como sonaba ese fuelle cuando el Cholo decidio con una seña llena de picardía y complicidad arremeter con " Che bandoneón".
Pini

1 comentario:

Herramienta de comunicación interna de la Agencia dijo...

La próxima invitame. I like tango and wine too. Antonio